En una oficina del Ministerio Público: 

-- Mire, le voy a explicar. Mi hija y su esposo viven junto a mi casa, yo escuché en la noche cómo discutían, él le dijo clarito: Te voy a matar. Luego escuché golpes y salí corriendo para ver qué pasaba. Cuando llegué, ella estaba sangrando, tirada en el piso de la cocina y él tenía la licuadora en las manos, quería azotarla en su cabeza. Gracias a Dios yo le grité y él se contuvo. Si no llego, me la mata.

̶ Sí señora, pero eso no es tentativa de feminicidio, eso es violencia intrafamiliar, es diferente. Y se castiga de manera distinta.

̶ Oiga, yo escuché que la quería matar.

̶Pero, ¿la mató?, no verdad. Entonces es violencia intrafamiliar. Si usted no lo hubiera detenido y su hija hubiera recibido un golpe mortal en la cabeza, entonces sí es tentativa de feminicidio

̶ O sea que, ¡¿la tendría que haber matado o medio matado?! No entiendo. Es que eso está mal, mi yerno ahora está libre y otra vez ya la amenazó.

̶Yo no puedo hacer nada, así es la ley.

̶ Pues pinches leyes.