El licenciado Tavera recibió a Andrea González, le señaló el pequeño sillón para que tomara asiento. Abrió el folder con su expediente, la miró un momento, mientras ella sonreía. El licenciado Tavera tenía un bigote delgado sobre el labio superior, que se estiró al sonreír y ofrecerle la pluma para que firmara el contrato. Ella, tomó la pluma y sus ojos dejaron de sonreír. El salario era 34 % menor a la de su amigo José, quien tenía el mismo cargo que ella.

Andy miró a licenciado y dijo:  

-Esta no era la cantidad. 

El licenciado retiró el contrato, su pluma y dijo: 

-Es la cifra que te corresponde.

- ¡Pero José tiene el mismo puesto y gana más!

-Es que él es hombre. Así está el tabulador.

Andrea se levantó, tomó su portafolio y salió de la oficina azotando la puerta.